jordi fulla en la fundacion vila casas

Umbral y Celístia del artista Jordi Fulla (Igualada, 1967) es la nueva exposición temporal que se podrá visitar en el Museo Can Framis entre el 11 de febrero y el 26 de junio de 2019. Comisariada por Natalia Chocarro, la muestra parte del proyecto itinerante Umbrales en el punto inmóvil del mundo que gira que, dentro del programa Itiner’Art de la Fundación Vila Casas, se ha podido ver en diversos espacios expositivos tanto en Cataluña como en Andorra entre los años 2015 y 2019.


Como un juego de percepciones entre el mundo tangible y lo inteligible, el proyecto se convierte en una mirada estética a la arquitectura rural de la piedra seca y se ha planteado como un work in progress nutriéndose de las particularidades del territorio. Después de cuatro años de crecimiento y evolución, Umbral y Celístia deviene la culminación del proyecto y un salto en la producción del pintor. La muestra, articulada a través del concepto de multiplicidad -cada obra se abre a nuevas miradas que actúan como vasos comunicantes que drenan en todas las direcciones-, ha sido concebida desde de la intuición y la reflexión del pintor.
Según la comisaria, «el arte es forma, materia vivida, concreción que deviene refugio de lo retenido y de lo que fluye. La concreción, así entendida, es un refugio donde habitan las dimensiones creativas y su reducción a los chanchullos y las trampas visuales; un juego, en definitiva, que permite al pintor concebir de manera intuitiva el universo «. Luis Calvo, autor del texto La indómita soberanía de la forma. Reflexiones sobre la obra de Jordi Fulla que introduce el catálogo, afirma: «El arte es un asunto de formas. Afilados, sinuosas, esquivas. Digámoslo de otro modo: la forma se hace presente para que los artistas concreten el mundo, como si su espíritu se amolda a las trazas distinguibles, el símbolo inquietante, a todo aquello que permite establecer una eslabón entre el impulso inexpresable y el coágulo matérico que nos acerca a una verdad escurridiza «.
Con la idea de forma como referente, a través de pinturas de gran formato, dibujos y cuerpos volumétricos -configurats, todos ellos, mediante la pintura-, Umbral y Celístia, o lo que es lo mismo, el punto de observación desde el que observar la claridad de las estrellas, se abre a un espacio de tránsito donde fluctúa el misterio sobre el que reposa la intuición que configura toda obra de arte.

Exposición Jordi Fulla en Fundación Vila Casas

Estructurada en cinco ámbitos, la muestra se inicia con una selección de nuevo obras pertenecientes a la serie Construcciones que, a modo de cuaderno de bitácora, documentan y catalogan algunas de las arquitecturas rurales. al mismo espacio, las pinturas Umbrales y Y te seguiré de pronto y la escultura Montroig, las tres fechadas del año 2018, introducen el mundo de la percepción.
Siguiendo con el recorrido, la pintura La piel de la amnesia (2014) se convierte en la
prefiguración de las obras tridimensionales que veremos más adelante. como si se tratara de una imagen virtual, la obra se nos presenta liberada de la carga de memoria cultural intrínseca en este tipo de construcciones. La pintura, custodiada por una instalación pétrea de rocas de la Segarra, se contrapone al peso de la instalación, bueno y levitando y transgrediendo las leyes de la gravedad que sí afectan al conjunto pétreo depositado en el centro de la sala.

Con la instalación El Hacia du monde, el artista contrapone un cuerpo tridimensional a un espejo. De este modo, la idea de matriz -representaciones de la forma del vacío-, una de las constantes de su obra, toma especial relevancia. Inspirándose en el pensamiento y la filosofía orientales, el artista escarba en la nada. La persona que mira, acercándose a la obra, se verá reflejada en esta oscuridad y podrá mimetizarse en esa nada, acercándose al abismo.

En el ámbito siguiente, el tríptico Umbral. Percepción I, Percepción II y Percepción III (2015-16), se abre a la luz vibrante que penetra desde el exterior. en las aberturas que conectan el mundo tangible y lo inteligible, en el umbral desde donde divisamos el mundo, el artista sitúa el espacio íntimo, un refugio desde el que establece una resistencia que le protege del embate que supone existir.


Las tres obras pictóricas custodian una instalación, La habitación del grano (2.019), una serie de líneas de cebada que remiten al nacimiento y que conectan directamente con las aberturas que se plasman en las pinturas, como úteros que nos remiten al origen de la humanidad. Asimismo, el artista establece un paralelismo entre el proceso reflexivo y minucioso de elaboración de las pinturas con la disposición, lenta y meditativa, de la líneas de grano.


Para llevar a cabo la instalación, el artista ha contado con la colaboración y complicidad de diversos personajes del mundo de la cultura, como el crítico de arte y agitador cultural Vicenç Altaió, o los artistas Vicenç Viaplana o Gino Rubert que, durante la semana previa a la inauguración, han ido sumando líneas hasta finalizar la instalación.
La exposición concluye en una gran sala conformada por diversas obras y instalaciones. Dos pinturas de gran formato, Cambiar de lugar y Umbral y Celístia, contienen los rastros del artista y una síntesis de su proceso creativo.

Museu Can Framis. Fundación Vila Casas

Centro dedicado a la difusión de la pintura contemporánea catalana que pertenece a la Fundació Vila Casas.

Carrer de Roc Boronat, 116-126, 08018 Barcelona.

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