Fernando Botero nació el 19 de abril de 1932 en Medellín, en el seno de la familia conformada por su padre David Botero, su madre Flora Angulo y su hermano cuatro años mayor, Juan David. Cuatro años después de su nacimiento, en 1936 nació su hermano menor, Rodrigo. El mismo año, falleció su padre.​

Fernando Botero Biografía

Fernando Botero, (nacido el 19 de abril de 1932, Medellín, Colombia), artista colombiano conocido por sus pinturas y esculturas de formas humanas y animales infladas. De joven, Botero asistió a una escuela de toreros durante varios años, pero su verdadero interés era el arte. Siendo todavía un adolescente, empezó a pintar y se inspiró en el arte precolombino y colonial español que le rodeaba, así como en la obra política del muralista mexicano Diego Rivera. Sus pinturas se expusieron por primera vez en 1948, y dos años después, en Bogotá, tuvo su primera exposición individual. Mientras estudiaba pintura en Madrid a principios de la década de 1950, se ganaba la vida copiando cuadros del Museo del Prado -sobre todo los de sus ídolos de entonces, Francisco de Goya y Diego Velázquez– y vendiéndolos a los turistas. Pasó gran parte del resto de la década estudiando los tesoros artísticos de París y Florencia.

A lo largo de la década de 1950, Botero comenzó a experimentar con la proporción y el tamaño. Cuando se trasladó a Nueva York en 1960, había desarrollado su estilo característico: la representación de personas y animales redondos y corpulentos. En estas obras hace referencia al arte folclórico latinoamericano mediante el uso de colores planos y brillantes, y de formas audaces. En sus cuadros prefería un aspecto liso, eliminando la apariencia de las pinceladas y la textura, como en Familia presidencial (1967). En obras como ésta, también se inspiró en los maestros antiguos que había emulado en su juventud: sus retratos formales de la burguesía y los dignatarios políticos y religiosos hacen clara referencia a la composición y la calidad meditativa de los retratos formales de Goya y Velázquez. Las proporciones exageradas de sus figuras, como las de la Familia Presidencial, sugieren también un elemento de sátira política, quizá aludiendo al sentido exagerado de su propia importancia. Otros cuadros de la época incluyen escenas de burdeles y desnudos, que poseen cualidades cómicas que desafían y satirizan las costumbres sexuales, y retratos de familias, que poseen una calidad suave y afectuosa.

En 1973 Botero regresó a París y comenzó a crear esculturas además de sus obras sobre lienzo. En la década de 1990, sus monumentales figuras de bronce, como Soldado romano (1985), Maternidad (1989) y La mano izquierda (1992), se expusieron con éxito en todo el mundo.

Botero también continuó pintando, creando escenas de corridas de toros a lo largo de la década de 1980 y, posteriormente, encontrando inspiración en temas de actualidad. Examinó la violencia de su país y la industria de las drogas ilegales en obras como La muerte de Pablo Escobar (1999), que muestra al líder del cártel de Medellín siendo abatido. En 2004, tras salir a la luz la tortura de prisioneros iraquíes por parte de soldados estadounidenses en la prisión de Abu Ghraib, Botero comenzó a crear numerosas pinturas y dibujos sobre el escándalo. Luego se dedicó a temas más ligeros con una serie de obras de colores protagonizadas por artistas de circo, que se expuso por primera vez en 2008.

Fernando Botero Obras

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