Simonetta Vespucci (1453 – 26 de abril de 1476), nació en la Liguria, en la localidad de Portovenere, puerto de Venus. La casaron joven, con Marco Vespucci un chico de su misma edad, de ilustre y rica familia florentina; el matrimonio concertado era algo muy habitual en esa época. Dos familias bien situadas buscaban consolidar su posición social mediante una provechosa alianza. Aún adolescente, Simonetta comenzaba a despuntar por su especial belleza y encanto. Los padres de Simonetta creían que el matrimonio sería ventajoso porque la familia de Marco tenía contactos en Florencia con la poderosísima familia Médici.
Fue precisamente al instalarse con la familia Vespucci en Florencia que ella fue descubierta por Sandro Botticelli, los hermanos Domenico y David Ghirlandaio, Piero di Cosimo y otros artistas prominentes que vivían en Florencia. Muy pronto todo noble en la ciudad quedó prendado de ella. Entre éstos, los hermanos Lorenzo y Juliano, de la familia de los gobernantes Médici.
Giuliano de ‘Medici le dedicó una justa en la plaza Santa Croce unos años más tarde, en enero de 1475. Este espectacular evento, celebró una alianza militar de Florencia, Milán y Venecia. En este punto de la historia, Botticelli y Simonetta parecen cruzarse. En La Giostra, Giuliano entró con una pancarta en la que había una imagen de Simonetta como una Pallas Athene con casco pintada por Botticelli, debajo de la cual estaba la inscripción en francés La Sans Pareille (La incomparable). A partir de entonces, Simonetta se hizo conocida como la mujer más bella de Florencia.
Después de haber sido protagonista en una breve pero espléndida temporada de la vida pública y privada florentina, Simonetta murió presumiblemente de tuberculosis en 1476.
El pintor no pudo soportar la pérdida de su amada, y vivió el resto de su vida obsesionado con su belleza, retratándola en muchas de sus obras. Entre ellas destaca el cuadro «Venus y Marte», en el que los dioses son representados por Simonetta y el mismo Botticelli.
Botticelli terminó su nacimiento de Venus en 1485, nueve años después del fallecimiento de Simonetta. Algunos han afirmado que Venus en esta pintura se parece mucho a Simonetta y otros dicen que es una «tontería romántica». Para ser honesto, no hay evidencia de que Venus tenga la cara de Simonetta. Por otro lado, otro historiador del arte sugiere que Botticelli también se había enamorado de ella. Solicitó ser enterrado a sus pies en la Iglesia de Ognissanti, la iglesia parroquial de Vespucci, en Florencia. Su deseo se cumplió cuando murió unos 34 años después, en 1510.
La bella Simonetta Vespucci
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