La base del trabajo fílmico de Rosalind Nashashibi (Croydon, Londres, 1973) es la relación que se produce entre los lugares y las gentes que en ellos interactúan creando diferentes tipos de comunidades afectivas. Si unimos a ello tanto un modo de entender el tiempo que necesita de cierta duración pausada para narrarse a sí mismo, como la grabación en 16 mm que proporciona un grano y, en cierto modo, una cadencia propia, tendríamos algunas de las claves del conjunto de obras que ahora se reúnen en la Zona Monumental del CAAC en una exposición de media carrera que interrelaciona algunas de sus películas con ejemplos de su producción pictórica.

Exposición en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo

La base del trabajo fílmico de Rosalind Nashashibi (Croydon, Londres, 1973) es la relación que se produce entre los lugares y las gentes que en ellos interactúan creando diferentes tipos de comunidades afectivas. Si unimos a ello tanto un modo de entender el tiempo que necesita de cierta duración pausada para narrarse a sí mismo, como la grabación en 16 mm que proporciona un grano y, en cierto modo, una cadencia propia, tendríamos algunas de las claves del conjunto de obras que ahora se reúnen en la Zona Monumental del CAAC en una exposición de media carrera que interrelaciona algunas de sus películas con ejemplos de su producción pictórica.

La cuestión de los lugares es decisiva: los espacios donde se desarrollan sus ensayos visuales tienen en común su clausura mediante una delimitación y encierro natural o impuesto. De Palestina a Tahití, pasando por Guatemala o Lituania, la constitución política del presente es abordada mediante la elipsis. Está ahí, aunque para leerla se requiera unir los fragmentos que se van dejando y aquellos otros que no son evidentes al menos en primera instancia. Y a los lugares se unen las gentes en una indagación sobre otras comunidades amalgamadas por los afectos. Algunas de ellas están protagonizadas por mujeres en contextos donde la tradición cultural y artística han estado marcadas por la herencia colonial.

El conjunto de obras seleccionadas para esta muestra establece un trío de dúos mediante la interrelación entre la obra fílmica y los espacios de transición que proporcionan sus trabajos pictóricos. Así, las piezas más antiguas (Dahiet Al Bareed y Electrical Gaza) tienen a Palestina como escenario, en esa indagación sobre el lugar de procedencia de su padre y los condicionantes diarios que de la situación política se derivan en las relaciones sociales. Por otro lado, es posible establecer una unión entre dos filmes del año 2017: Why Are You Angry? y Vivian’s Garden. Ambos están protagonizados por mujeres y ambos tienen el arte como nexo. Sin embargo, mientras en el primero subvierte la mirada masculina de la representación de la mujer como objeto de deseo, en el segundo sus protagonistas son sujetos activos. Por último, el dúo más reciente está concebido realmente como una única obra con dos partes en las que el tiempo inusual no lineal y las nuevas comunidades afectivas se unen y disuelven.

Rosalind Nashashibi tiene una destacada trayectoria artística internacional: ha sido finalista del Premio Turner, participó en la última documenta de Kassel, así como en la Bienal de Venecia o en Manifesta. El último año ha expuesto individualmente en The Art Institute de Chicago, Witte de With de Róterdam, Foksal Gallery de Varsovia, Secession de Viena o SMAK de Gante. Ahora tenemos la oportunidad en Sevilla de adentrarnos en su trayectoria.

Rosalind Nashashibi entrevista

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