Ramón Esono
Ramón Esono Ebalé, alias Jamón y Queso, es un artista ecuatoguineano, nacido un 22 de noviembre de 1977 en Nkoa-Nen Yebekuan (Mikomeseng-Kie Ntem), aunque residente en Malabo desde temprana edad.
Ramón Esono es un dibujante e ilustrador autodidacta, que compagina su pasión por el dibujo y el comic con sus trabajos de grafista y su lucha constante contra la dictadura. Como grafista ha trabajado en varias imprentas y sobretodo, desde el año 2009 al 2011, en el Centro Cultural de España en Malabo. Como dibujante de comics ha ganado varios premios y certámenes internacionales, por ejemplo algunos tan destacados como el concurso “Regarde 9”, en el Festival Internacional de BD de Angulema (Francia), el premio obtenido en Cocobulles, Costa de Marfil con el trabajo “Le réveil d´Ayoko” y con “Votez, encore et… encore” en el concurso organizado por la revista Africa y Mediterraneo (Bologne, Italia). Ha expuesto en los Centros Culturales Francés y Español en Malabo y en Bata y también en el Feshcary (Camerún), en ARCO (Madrid 2009), en Planta Alta, Monocromo y Museo del Barro (Paraguay) y en diversas galerías de Europa, América y Estados Unidos. Ha colaborado con diferentes organizaciones internacionales, entre las que podemos destacar su trabajo con la Unión Africana para la campaña en fomento de los Derechos de la Juventud.
Durante los años 2008- 2010 compaginó su trabajo en el Centro Cultural Español de Malabo con sus proyectos de exposiciones y diseños varios. Sus últimos proyectos de la etapa africana fueron la participación en el Festival FIBDA (Argel, Octubre 2009) y una exposición con motivo de la Celebración de los 50 años de Independencias Africanas en la sede de la Unión Africana (Addis Abeba, Noviembre 2009). En Febrero 2010 empezó el año con una exposición en ARCO (Feria de Arte Contemporáneo de Madrid) con dos series ácidas, críticas y corrosivas sobre las dictaduras y la corrupción. A partir de ahí se añaden dos nuevas series: Mi Avatar y la Muerte de un Idiota, con las que inaugura una gran exposición en los centros culturales de Malabo y Bata, así como una exposición “Convergencias y Divergencias” en la sede del Instituto Cervantes en Alcalá de Henares, con motivo de su participación en el II Congreso de Literaturas Africanas en Español. El año 2011 empieza con dos grandes proyectos: su participación como dibujante en la película experimental “Un día vi 10.000 elefantes”, proyecto de Pere Ortín que actualmente está en manos de Several Studio, y su primera exposición en formato callejero en Maputo (Mozambique).
A partir de ahí su vida da un gran giro al trasladarse a vivir a Paraguay. Por un lado continua su pasión por el dibujo que se materializa en tres exposiciones en Asunción: Primero en Planta Alta, con una presentación amplísima de su obra en mayo 2012, más tarde, en mayo 2013, expone en Galería Monocromo, y por último en Octubre 2013 expone en el Museo del Barro. Al tiempo que se consolida en Asunción, expone por primera vez en SUbRosa, una interesante galería de Florida que le invitan para la inauguración de la exposición así como para dar una serie de conferencias sobre su trabajo como dibujante y como activista por la democracia de Guinea Ecuatorial. Esta faceta de artista coexiste con un incremento exponencial de sus proyectos de oposición al régimen dictatorial de su país.
Su tono comprometido, mordaz e incluso irreverente, le ha generado censuras, recurriendo incluso a publicar «globos sin palabras porque sus textos fueron censurados, y los llamó ‘Los asesinos de mi inteligencia’, e inventó también títulos polémicos para otros trabajos para darles fuerza a sus dibujos. Sus cómics son sin embargo bastante ‘elocuentes’ incluso sin texto». Así sus blogs han sido bloqueados reiteradamente, permaneció casi una década fuera de Guinea Ecuatorial, hasta su vuelta en 2017, en la que fue detenido y encarcelado en la Prisión Playa Negra, generándose una campaña de solidaridad a nivel internacional. El 27 de febrero se dio inicio al juicio contra Esono, falsamente acusado por falsificación y blanqueo de dinero.
Sorpresivamente, en la primera sesión del juicio celebrada el 27 de febrero de 2018, la fiscalía retiró todos los cargos contra Esono al no hallar suficientes pruebas para inculparlo. El testigo de cargo, el cabo de la Policía Nacional Trifonio Nguema Owono Abang, no pudo sostener sus acusaciones ante el tribunal y reconoció que “cumplía órdenes” cuando acusaba a Esono Ebalé.
Sin embargo, las autoridades del país mantuvieron a Ramón Esono en prisión tras concluir el juicio, hecho denunciado por la ONG EGJustice. Finalmente se dictó el 6 de marzo la sentencia absolutoria, por lo que el artista fue liberado al día siguiente. Esono Ebalé declaró que salía de la cárcel “entre la felicidad y la rabia”.
Un mes después, denunció no contar con un pasaporte que le permitiera salir del país para reunirse con su familia, por lo que declaró que “La cárcel se ha vuelto un poco más grande”. Su situación fue denunciada por organizaciones como Human Rights Watch y Reporteros Sin Fronteras, quienes acusaron al gobierno ecuatoguineano de bloquear la salida de Esono Ebalé del país. El artista finalmente obtuvo el pasaporte para salir de Guinea Ecuatorial a fines de mayo de 2018 estableciéndose en El Salvador.